Reseña del libro 'UNA POR MAMÁ, OTRA POR PAPÁ' de Sergio Fernández

 

Martha Delfín Guillaumin
Junio
2010
 

Una por mamá, otra por papá.

Recetas para niños que no comen

España, Colección Cocina

Ediciones Temas de Hoy, 2009,

Sergio Fernández

 

Reseña de Martha Delfín Guillaumin

Junio de 2010

 

“Ella tocó con una vara mágica a la oveja negra.

De inmediato apareció una mesa muy bien provista.

Podía comer todo lo que deseara, y comió hasta hartarse”[1]

 

Los cuentos infantiles nos hablan de campesinos pobres o de niños huérfanos de madre que padecían a una cruel madrastra, brujas desalmadas que devoraban niños, ogros crueles que no convidaban de su comida a los indefensos infantes que soportaban su egoísmo y rudeza. Afortunadamente, estas historias son antiguas, cuando en países como Francia los grupos menesterosos abundaban y se pasaba mucha hambre. Actualmente ya no existe tanta pobreza extrema en los países desarrollados aunque los habitantes de los países en vías de desarrollo, los niños y las niñas en particular, siguen sufriendo la falta de alimentos. ¿Qué tiene que ver esto con  Una por mamá, otra por papá?, que este magnífico libro otorga a los padres la posibilidad de hacer Recetas para niños que no comen. ¿Por qué no comen? No porque no haya alimentos a su disposición, sino porque en esta vida tan agitada y marcada por la digitalización,  perder el apetito se ha vuelto parte de la vida cotidiana. ¿Por qué no comen los niños que sí tienen alimentos a su alcance? Porque no se les antoja comer algo que sabe a adultos no a niños. Comer es un placer, pero a la fuerza ni la comida es buena.

 

Sergio Fernández invita a las mamás y a los papás a preparar alimentos que les puedan llamar la atención a los niños, no sólo por su exquisito sabor o apariencia sino por las distintas maneras de prepararlos con las recetas que él recomienda. Asimismo, el libro proporciona las claves para lograr que los niños y niñas se interesen por los alimentos ya que pueden participar en algunas de las tareas culinarias, es decir, pueden ayudar a hacer la comida y divertirse mientras lo hacen, eso sí, recuerda el autor, teniendo cuidado para no sufrir ningún accidente:

 

                        Queridos padres:

                        Las trece recetas que os propongo a

                        continuación están pensadas para que las

                        cocinéis junto a vuestros hijos. Ellos nunca

                        deben freír, meter en el horno o trajinar

                        con nada que tenga que ver con aceites

                        calientes, o utensilios o electrodomésticos

                        que alcancen altas temperaturas o que

                        sean cortantes, pero veréis cómo se

                        divierten preparando masas, mezclando

                        ingredientes y, en general, poniéndoos

                        perdida la cocina. Dejadlos. Un día es un

                        día y cuanto más disfruten con el proceso

                        de preparación de los alimentos, más los

                        apreciarán cuando los ingieran. ¡Ánimo!

 

 

 

Este libro es muy práctico y divertido, tiene recetas que mezclan ingredientes “fuertes” como las lentejas que metidas dentro de “un saquito hecho con una especie de crepe” pueden lograr que los niños y niñas se enfrenten “a los sabores adultos con texturas y formas que aún son infantiles”; incluye estupendas fotografías que permiten apreciar los pasos que conlleva una receta, los utensilios que se emplean, la cara de felicidad y regocijo de los chiquillos cuando forman parte del equipo de cocina. También incluye acertijos gastronómicos que son una excelente manera de enseñarles a los chicos el lugar de donde provienen algunos vegetales y frutos; también sirve para saber en dónde se inventaron las recetas de platillos fabulosos como las pizzas.

 

Es un excelente libro que apoyará a los padres en la hermosa tarea de alimentar, cuidar  y  entretener a sus hijos, esas pequeñas avecillas que llenan de encanto la casa aunque ensucien la cocina mientras participan en la diaria aventura gastronómica.


 

[1] Robert Darnton, La gran matanza de gatos y otros episodios en la historia de la cultura francesa, México, FCE, 1994, p. 41. A su vez cita a Paul Delarue y Marie-Louis Tenèze, Le Conte populaire français.

 

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