El mayor banquete de la antigüedad celebrado en Mesopotamia

Artículo: Carlos Azcoytia
Febrero 2008

Mientras no se demuestre lo contrario, porque los nuevos o futuros descubrimientos arqueológicos encuentren otras evidencias, el mayor banquete de la antigüedad, el más fastuoso y pantagruélico fue el acontecido con ocasión de la celebración del final de la reordenación urbanística de la ciudad de Kalah o Kalhu (Tell Nimrud) por el rey Asurbanipal II (883-859 a.C.), el cual la convirtió en capital del reino de Mesopotamia, quitando tal honor la hasta entonces capitalidad de la legendaria ciudad de Nínive.

Esta nueva capital, de la cual aún quedan muchas excavaciones por hacer, puede que cambie radicalmente el concepto de la historia antigua, porque aquí, por ejemplo, se encontraron tablillas que hablan de un sistema para elevar agua parecido al Tornillo de Arquímedes, lo que haría que la paternidad de este ingenio, así como su invención, se adelantara varios siglos. También su biblioteca, la famosa de Assurbanipal, dio la clave para conocer en profundidad esta civilización con sus más de diez mil tablillas escritas en alfabeto cuneiforme, el mayor tesoro literario que se pueda imaginar por ser los primeros que existen en la humanidad.

Pero ciñéndome al sentido de esta web me centraré en el contenido de una estela que narra las celebraciones que se produjeron, con ocasión de la inauguración del palacio de Alborozo o Palacio de Todas las Habilidades como también lo llama, y en la que  por espacio de diez días, fueron invitados al mayor banquete de la época sesenta y nueve mil quinientos setenta y cuatro convivientes.

El carácter entre festivo y religioso, ya que (según la citada estela) se invitó al dios Asur, el Gran Señor de los dioses de todo el país, se consumieron las siguientes viandas:

Carnes: 1.000 bueyes gordos; 1.000 terneros y corderos de establo; 14.000 cabritos comprados (esto es una trascripción de la estela), procedentes de los establos de Nuestra Señora Ishtar, 200 bueyes, de la misma manera; 1.000 corderos alimentados con sisalhu (no se sabe que alimento es este); 1.000 corderos de primavera; 500 ciervos; 500 antílopes; 1.000 patos grandes; 500 ocas; 500 ocas salvajes; 1.000 becadas; 1.000 codornices; 10.000 pichones; 10.000 tórtolas; 10.000 pajaritos; 10.000 jerbos (especie de ratas de patas traseras más grandes que las delanteras).

Pescados: 10.000 pescados variados.

Huevos: 10.000 huevos.

Panes: 10.000, sin especificar tamaño ni peso, pero sabiendo la importancia de este alimento y su sentido sacramental que tenía en ese pueblo deberían ser de gran tamaño. (En la actualidad estoy escribiendo un libro sobre la historia del pan donde desentraño no sólo su elaboración, sino también el ritual en su fabricación).

Bebidas: Independientemente del agua, que por cierto llegaba a la ciudad en los primeros acueductos de la humanidad, se sirvieron 10.000 jarras de cerveza, alimento y bebida que ocupaba un lugar esencial en la dieta junto con el pan, y 10.000 odres de vino, seguramente traídos del norte del país, que era donde cultivaban las uvas.

 Conociendo la sofisticación de la cocina mesopotámica, de la cual pienso hacer un estudio en profundidad, se acompañó a estas viandas, supongo que más como guarniciones y condimentos, los siguientes alimentos, muchos de los cuales no se saben que eran:

10.000 cántaros de grano de su'y y de sésamo; 10.000 de sarbu; 1.000 cestas de legumbres; 300 jarras de aceite; 300 porciones de sal en grano; 300 hierbas raqqûtu, mezcladas; 100 de kudimmu; 100 de sal de Katni; 100 de granos de gubitanu; 100 de granos verdes tostados; 100 de mezcla fina; 100 de jugo de granada; cien serones de racimos de uva; 100 porciones de frutas mezcladas con zamru; 100 de pistachos; 100 de kus.si; 100 cargas de trenzas de ajos; 100 trenzas de cebollas; 100 serones de kuniphu; 100 cargas de manojos de nabos; 100 de hinhinu; 100 de giddû; 100 jarras de miel; 100 porciones de mantequilla clarificada; 100 de lentejas tostadas; 100 de granos de su'u tostados; 100 de karkartu; 100 de tiiatu; 100 de cuscuta; 100 medidas de leche; 100 de queso equidu; 100 de bebida miz'u; 100 de granos de arsuppu salados; 100 de nueces de luddu sin cáscara; 100 de pistachos sin cáscara; 100 de kus.si; 100 de la planta habaququ; 10 de dátiles; 10 de titip; 10 de sahumu; 10 de hinojos; 10 de andaksu; 10 de sisanibu; 10 de sippirû; 10 de hasû; 10 de unguento perfimado; 10 de perfumes agradables; 10 de billi; 10 de nassabu; 10 de sinsimmu; 10 de aceitunas.

Todos esos nombres sin traducción son la gran pérdida, irrecuperable, para saber exactamente cuales eran los condimentos en esta cocina tan rica y la primera documentada de la historia, toda una tragedia en el sentido gastronómico.

Termina la estela con las siguientes palabras de Asurbanipal II: "Cuando inauguré el palacio de Kalah, alimenté de esta manera, durante diez días a 47.074 hombres y mujeres que había invitado de todas partes de mi reino, así como a 5.000 representantes de diversos países, más 16.000 habitantes de Kalah y 1.500 miembros del personal de mi palacio, o sea, en total 69.574 invitados, a los que di de comer y beber y a los que proporcioné lo necesario para su aseo. ¡Así los honré antes de enviarlos a sus casas en buena armonía y alegría!".

Según mi compañero Sergio Fernández, experto cocinero e investigador, una vez deshuesada y limpia la carne se obtendría un  kilo/día por comensal.

En breve dedicaré un gran monográfico a la gastronomía de Mesopotamia, la más antigua del mundo.

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