Historia de los alimentos que llevaron los europeos a América

NOTA: es importante leer previamente nuestro trabajo que está en https://www.historiacocina.com/es/historia-de-la-alimentacion-de-los-indios-en-las-colonias-americanas-espanolas#more-8800

Carlos AzcoytiaSe podría tomar como mal expresado el título de este trabajo que más debería llamarse ‘Historia de los alimentos que aportaron los españoles a la gastronomía americana’, porque casi todos, por no decir todos, los nuevos alimentos se llevaron desde España, cambiando toda una cultura e integrándose, con mayor o menor fortuna, en la cocina que hoy llamamos tradicional de dicho continente y que a lo sumo, en el mejor de los casos, no tienen ni cuatrocientos años entre la población nativa, no así entre los ascendientes de los colonizadores.

Cuando comencé este trabajo era consciente de la posible polémica que podría suscitar al tocar un tema del que casi todos pasan de puntillas, porque mucho se habla de los productos americanos que se integraron en las cocinas europeas y mundiales, de hecho tuve el encargo de una prestigiosa revista de gastronomía, allá por el año 2008, en su primer número y para su Editorial, que trataba sobre este tema, pero, salvo trabajos especializados, poco se sabe a rasgos generales de todo el aporte gastronómico español, muy importante por cierto, en todo el continente americano. Sigue leyendo

Modo de hacer aguardientes en el siglo XVII: Agua divina y Marrasquino

Carlos AzcoytiaEl presente trabajo es el final y continuación de otro matriz, base para comprender mejor la forma de cómo se hacían a finales del siglo XVII los anises, aguardientes y licores, titulado ‘Modo de fabricar aguardientes y licores a finales del siglo XVII’ y que puede leer.

Comprendemos bajo un mismo trabajo el modo de hacer dos licores: el agua divina y el famoso Marrasquino, siendo consciente de que aún quedarían otras muchas fórmulas perdidas, cómo el licor de Venus, en aras de la comodidad que la industria ofrece hoy día pero que nos dirigen en todo, incluso en las mal llamadas modas, y que a fin de cuentas benefician a las multinacionales que adocenan nuestros gustos gastronómicos, la forma de vestir, incluso en nuestras preferencias sexuales. Sigue leyendo

Modo de hacer aguardientes en el siglo XVII: Aguas de claveles aromatizada, de melisa o toronjil y cordial de Dubuisson

Carlos AzcoytiaEl presente trabajo es continuación de otro matriz, base para comprender mejor la forma de cómo se hacían a finales del siglo XVII los anises, aguardientes y licores, titulado ‘Modo de fabricar aguardientes y licores a finales del siglo XVII’ y que puede leer..

Comprendemos bajo un trabajo el modo de hacer estos tres licores, el agua de claveles aromatizada con clavos y especias, el agua de melisa o de toronjil y el agua cordial de Dubuisson.

Agua de claveles aromatizada con clavos de especia.

Se toman 20 libras de hojas de claveles frescos y cogidos por la mañana, de un color encarnado obscuro y bien olorosos; se machacan en un mortero de piedra con una libra de sal común, hasta que formen una pasta: ésta se deslíe en cuatro azumbres de agua de rio, y se la deja en infusión hasta que el líquido adquiera uno o dos grados de calor más que la atmósfera: entonces se le exprime fuertemente, y se pone el líquido en la cucúrbita. Sigue leyendo

Modo de hacer aguardientes en el siglo XVII: Perfecto amor, agua de azahar y de rosas

 

Carlos AzcoytiaEl presente trabajo es continuación de otro matriz, base para comprender mejor la forma de cómo se hacían a finales del siglo XVII los anises, aguardientes y licores, titulado ‘Modo de fabricar aguardientes y licores a finales del siglo XVII’ y que puede leer..

Comprendemos bajo un trabajo estos tres licores, el famoso francés ‘Parfait amour’ y las aguas de azahar y de rosas, distintas  a los aceites.

Perfecto amor

Este licor no se diferencia del agua de cidra, sino en el color encarnado que se le da por medio de la cochinilla. Así cuando se quiera componer el perfecto amor, redúzcanse dos onzas de cochinilla a polvo grosero, y échense en el espíritu aromático de la cidra; déjesela en infusión siete u ocho días; remuévase dos o tres veces al día; después que haya reposado algún tiempo, trasiéguese por inclinación; y sobre el sedimento de la cochinilla échense tres cuartillos de agua de toronjil , y uno de agua de azahar. Al cabo de dos o tres días se mezcla esta tintura con la primera, y el todo con el jarabe, agregándole la misma cantidad de zumo de limón que para el agua de cidra. Sigue leyendo

Modo de hacer aguardientes en el siglo XVII: Aceite de siete granas, de rosoli y de cidra

Carlos AzcoytiaEl presente trabajo es continuación de otro matriz, base para comprender mejor la forma de cómo se hacían a finales del siglo XVII los anises, aguardientes y licores, titulado ‘Modo de fabricar aguardientes y licores a finales del siglo XVII’ y que puede leer..

Comprendemos bajo un trabajo estos tres licores, el de siete granas o simientes, el famosos rosoli y el de cidra, siendo estas sus fórmulas dignas de ser resucitadas y comercializadas, entre tanto el lector puede hacerlas en su casa, es fácil.

Aceite de las siete granas o simientes

Júntense cuatro onzas de anís, dos onzas de simiente de angélica, dos de alcaravea, dos de comino, seis de cilantro, cuatro de hinojo, y dos de eneldo, macháquense en un mortero o almirez, y pónganse con cuatro azumbres de espíritu de vino común en una cucúrbita; arrímese ésta al fuego en baño maría, cúbrasela con cabeza ciega, y manténgase el liquido a los 71 grados de calor por espacio de dos días, y al cabo de ellos añádase azumbre y medía de agua tibia que se echará por el tabulo de la cucúrbita; por el mismo se introducirá un junquito para menear bien la mezcla, y continuará algún tiempo la infusión en los mismos términos que antes. Después se procede a la destilación, y se deja correr el líquido hasta el grado de calor del agua hirviendo. Sigue leyendo