Las costumbres alimenticias y la gastronomía que conoció Marco Polo en su viaje a China

Cuando todos los políticos son corruptos o cómplices, los sindicatos defienden el capital, la banca manda en la sombra y la justicia no es justa sólo nos queda un camino, la revolución.

 

Carlos AzcoytiaRevisando papeles encontré un trabajo inconcluso, escrito hace ya hace casi dos décadas, sobre la gastronomía que conoció Marco Polo en su viaje a China y que voy a trascribir sin hacerle arreglos, tal cual está redactado, y que son anotaciones y citas de su libro.

En primer lugar veo necesario hacer una semblanza o biografía de Marco Polo para comprender mejor su vida y la veracidad de todo lo que cuenta.

¿Quien fue Marco Polo?

Marco Polo (c. 1254-1324), viajero italiano y escritor, con cuya obra conocieron los europeos la primera descripción fidedigna del modo de vida en el Lejano Oriente.

Nació en Venecia. Su padre y su tío eran mercaderes venecianos y socios. En uno de los viajes que hicieron como mercaderes (1260) fue el que hicieron por tierra, desde Bukhoro, en Uzbekistán, a China. Allí permanecieron durante algunos años en Kaifeng, la capital oriental del emperador mongol Kublai Khan, y regresaron a Venecia en 1269. Dos años después, llevando con ellos a Marco Polo, emprendieron su segundo viaje a China. La ruta que siguieron los llevó en un viaje por tierra desde Acre (actualmente en Israel) a Hormuz, en la entrada del golfo Pérsico. Desde allí, hacia el norte, a través de Irán hasta el río Oxus (en la actualidad denominado Amu-Darya), en Asia central. Después ascendieron por el Oxus, cruzaron Pamir, y llegaron a la región de Lob Nor, en la provincia de Sinkiang (en la actualidad la región autónoma de Xinjiang Uygur), en China, y por último cruzaron el desierto de Gobi y llegaron a la corte de Kublai Khan, por aquel entonces en la ciudad de Shangdu (Shang-tu), China, en 1275. De esta forma, se convirtieron en los primeros europeos que visitaron dichos territorios, en especial Pamir y el desierto de Gobi. Sigue leyendo

Crónica de un banquete de Napoleón en Egipto rescatado para la historia

 

Carlos AzcoytiaLa historia está llena de banquetes y comilonas, unas importantes y otros menos, pero todos nos muestran el poder que tenía el que lo organizaba y también los recursos con los que se contaban o la forma de presentar los alimentos.

En el caso que nos ocupa es un hallazgo casual con el que topé cuando buscaba información sobre los sorbetes de café, que serviría para ampliar el monográfico que estoy elaborando sobre la historia del café (ver links a los capítulo que hay publicados hasta hoy al pie de este trabajo) y que rescata para la historia de la gastronomía el que le ofreció a Napoleón, en el Cairo, el jeque Sadat, el 22 de diciembre del año VII francés (1798) con motivo de la fiesta de Segdat-Seimab (mujer santa de la familia de Alí, yerno de Mahoma). Sigue leyendo

La alimentación de los astronautas a Marte

La dura tarea que tenían los exploradores y viajeros de todos los tiempos siempre fue el abastecimiento de alimentos antes de emprender un viaje, sobre todo si este era por mar y la travesía era larga y sin escalas, como fueron todas las emprendidas por los españoles, portugueses o ingleses.

Imagino a Cristóbal Colón calculando el consumo de alimentos en su primer incierto viaje a las Indias y la dificultad para abastecerse, siempre atendiendo a las recomendaciones hechas en las Partidas de Alfonso X ‘El Sabio’ que decían: “deven traer mucha vianda, assí como vizcocho, que es un pan muy liviano porque se cuece dos veces e dura mas que otro, e non daña; e deven levar carne salada, e legumbres, e queso, que son cosas que con poco dellas se goviernan muchas gentes; e ajos, e cebollas para guardarlos del corrompimiento del yacer en el mar e de las aguas dañadas que breven, E otrosi deven llevar agua, la que mas pudieren, ca esta non puede ser mucha porque se pierde e se gasta de muchas guisas e ademas es cosa que non pueden escusar los omes, porque han de morir cuando fallesce o vienen a peligro de muerte. E vinagre deben otrosi llevar, que es cosa que les cumple mucho de los comeres, e para bever con el agua cuando ovieren sed. Ca la sidra o el vino, como quier que los omes lo aman mucho, son cosas que embriagan el seso lo que non conviene en ninguna manera a los que han de guerrear sobre la mar. (1) Sigue leyendo

Historia de la gastronomía espacial

Imaginemos, para retrotraernos al pasado, la incertidumbre y el miedo de los científicos del Programa Mercurio, allá por el año 1962, cuando se les planteó la cuestión de tener a uno o varios hombres en el espacio, soportando una gravedad cero por varios días, y tener que alimentarlos. Hasta entonces nadie sabía que podía ocurrir en el momento de la deglución, ni como sería la digestión en un ambiente ingrávido, todo hacía presagiar un tremendo desastre al pensar que los alimentos quedarían flotando en el esófago, lo que podía provocar la muerte por asfixia del desdichado que lo intentara, pero si se quería estar el primero en la carrera espacial había que experimentar y jugar fuerte. Sigue leyendo

Historia de la mujer en la gastronomía

A mi hija que, dentro de mi universo egocentrista, es como una receta de cocina perfecta, uniendo los ingredientes que me hacen feliz: una mitad de mi esposa, un cuarto de mi madre y el resto sazonado con un ramillete de fantasía.

El trabajo que presentamos es una transcripción de la conferencia dictada en el año 2010 por el autor en el Instituto de la Mujer, perteneciente al Excmo. Ayuntamiento de Albacete, editada posteriormente con el nombre ‘Mujer y gastronomía. El enigma de la Cenicienta‘, ISSN 1699-2342 y Depósito Legal AB-251-2011, dentro del ciclo de conferencias ‘Mujeres pioneras. La historia no contada’    Sigue leyendo