Historia del azúcar (monográfico)

Trabajo original del año 2002. Actualización: noviembre 2006; renovación total diciembre 2011

Prólogo.-

Si tuviéramos que definir gráficamente el mapa mundial donde la caña de azúcar puede ser cultivada tendríamos de conjugar los grados de latitud norte y sur, el tipo de terrenos y el clima del lugar.

El estudio empírico realizado, tras conocer el desarrollo y expansión de dicha planta por el mundo, nos dice que la caña dulce tiene dos zonas bien definidas de producción, la primera de ellas, y la más feraz, va desde al ecuador al Trópico de Cáncer al norte y entre dicho Trópico y el paralelo 40 grados, límite de su cultivo. Al sur el Trópico de Capricornio sería el límite permitido para su plantación, aunque se podría llegar hasta los 30 grados sur con una producción más que medianamente aceptable. Sigue leyendo

Historia de la lechuga

Este trabajo es una actualización de otro anterior al año 2002

La lechuga o ‘lactuca sativa L.‘ es una planta hortícola que ha tenido y tiene una cierta importancia en la medicina, la historia y la cocina del Mediterráneo, tanto por sus hojas como por el aceite que se obtiene de sus semillas. Originaria de la India, según la enciclopedia Sopena, fue domesticada en el Próximo Oriente a partir de la especie (Lactuca Serriola L.) alcanzando pronto una diversidad extraordinaria como atestigua Teofrasto (372 a.C.-287 a.C.), que habla de la Lactuca sativa L., de la Ulva lactuca L. y de la lechuga silvestre (Lactuca serriola L.), de la lechuga blanca comenta: «Es la más dulce y tierna. De esta planta hay otras tres clases: la de tallo aplanado, la de tallo redondo y la laconia. Ésta última tiene la hoja como el cardillo amarillo, pero en vertical, de vigoroso crecimiento y no tiene tallos laterales procedentes del principal.»La lechuga silvestre tiene la hoja más corta que la cultivada y, cuando ha adquirido su pleno desarrollo, está erizada de espinas. El tallo es también más corto, mientras que el jugo es amargo y medicinal. Crece en los campos, se dice que su jugo elimina la hidropesía, aleja las cataratas de los ojos y suprime las úlceras de los ojos echado en leche de mujer. La lechuga cultivada es estomacal, un tanto refrescante, soporífera, molificativa del vientre, acrecentadora de leche. Cocida se vuelve más nutritiva. Comida sin lavar es conveniente para afecciones del estómago. Bebida la simiente de la lechuga, socorre a los que tienen poluciones con frecuencia durante el sueño y refrena el apetito sexual. Si se comen lechugas con frecuencia producen ambioplía (ojo vago) Se conservan en salmuera. Las lechugas talludas tienen una virtud semejante a la del zumo y a la de la leche de la lechuga silvestre«

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Historia de la chufa, la juncia, la horchata y las hemorroides del rey Jaime II de Aragón

Este trabajo es una actualización de otro de fecha Diciembre de 2008
Dedicado a mi amigo Sergio Fernández Guerrero al que le gusta la horchata de chufa como a mi

Chufeando en un mar de horchata

Sobre la chufa he leído como de forma categórica se dice que es de Egipto, quizá porque quien lo cuenta estaba allí cuando nació esta especie, o como la palabra chufa la inventó un rey español que más parece un macarra de discoteca entrado en copas, todo ello sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo y sin ni siquiera dar una pista de donde han sacado semejantes elucubraciones, evidentemente porque no existen constancias históricas de nada de lo que dicen y mucho menos referencias bibliográficas donde apoyarse.

Si leyó ya sobre la historia de la horchata o de la chufa en Internet comprobará, al terminar de leer esto, que parece como si estuviera escribiendo sobre otro tema, porque casi nada de lo que hay por ahí tiene ni por asomo parecido con la realidad, por eso nos cuidamos últimamente de hacer una referencia bibliográfica al final de nuestros trabajos para que el lector sea consciente de la fiabilidad y veracidad de lo que decimos.

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Historia de la chumbera, opuntia, nopal o tuna y los higos chumbos

De pequeño, cuando algunas veces acompañaba a mi padre al campo, y de mayor, cuando era ya un profesional, observaba en los linderos de las propiedades o en los bordes de los caminos de tierra una planta que siempre me llamaba la atención, una mezcla de arbusto y planta que más de una vez me hizo sentir el escozor que produce el pinchazo de sus púas al clavármelas, de hecho aún conservo una pequeña marca de una de ellas que me clavé haciendo un levantamiento topográfico en un pueblo muy cerca de Sevilla, en concreto en Castilleja de la Cuesta; también recuerdo como vendían por las calles de mi cuidad, Sevilla, sus frutos unos hombres, a todas luces labriegos por su indumentaria, que las llevaban en carritos y cestos cubiertas con trozos de hielo, en una España de hambre y posguerra, y que con una navaja las abrían y las vendía a precios muy módicos, que eran el regocijo de los niños, también de los mayores, y de la que mis padres me decían que no comiera muchas porque me producirían estreñimiento.

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Una aproximación a la historia del azafrán y su cultivo

   Encontré una publicación de fecha jueves, 12 de abril de 1798, cuyo autor fue el cura del pueblo de Montuerga (Madrid) donde cuenta de forma, más o menos bucólica, como se plantaba y recogía el azafrán y que por su interés histórico, ya que haré varios trabajos sobre esta planta, creo imprescindible de transcribir porque pertenece al pasado de la agricultura, la alimentación y la medicina española, dejando para más adelante los aspectos técnicos y diciendo únicamente que el origen de la palabra es oriental y adelantando lo que dice la R.A.E.: «Planta de la familia de las Iridáceas, con rizoma en forma de tubérculo, hojas lineales, perigonio de tres divisiones externas y tres internas algo menores; tres estambres, ovario triangular, estilo filiforme, estigma de color rojo anaranjado, dividido en tres partes colgantes, y caja membranosa con muchas semillas. Procede de Oriente y se cultiva en varias provincias de España«.

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