Primera vuelta al mundo, segundo capítulo

Este trabajo es la segunda parte y última de otro nuestro que trata sobre el abasto y el comienzo de la navegación, con costos de la armada, que dio la primera vuelta al mundo al mando de Fernando de Magallanes que puede leer si presiona aquí.

Retomando la narración donde la dejamos, los barcos llegaron a tierras americanas, tras cuatro meses de navegación, recalando en la bahía de Río de Janeiro descendiendo costeando siempre hacia el sur, donde encontraron una gran corriente de agua que pensaron que era el soñado paso hacia el océano Pacífico, hasta que comprendieron que era un río, el del Plata, tiempo perdido porque cuando emprendieron la marcha hacia el sur les sorprendió el invierno austral en marzo de 1520, refugiándose en una abrigada ensenada que llamaron de San Julian, donde tuvieron que fondear los barcos durante cinco meses haciendo reparaciones.

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LA VUELTA AL MUNDO en tres años menos catorce días: Magallanes y Elcano

“El alma está en el cerebro” (Eduard Punset)

A Mirtha Patricia Millán Montalvo con amor

LA VUELTA AL MUNDO en tres años menos catorce días: Magallanes y Elcano

Este año de 2019 se han cumplido 500 años de una de las mayores epopeyas de la humanidad, la primera vez que el ser humano circunnavegó el planeta, demostrando ante los escépticos, que los había, que la tierra era y es como un queso de bola,

Esta gesta, como casi todas, otros se la quieren arrogar en lo que llamo los robos históricos, algo que está ocurriendo con nuestro vecino Portugal que reivindica al nacido en dicho país y “nacionalizado español” Fernando de Magallanes o a los ingleses, cuyo pirata Sir Francis Drake, que llegó a apropiarse de ser el autor de la primera vuelta al mundo sesenta años después de la gesta española, teniendo la desfachatez dicho individuo de añadirlo a su escudo nobiliario.

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La verdadera historia de la patata y la batata.

 

A Azucena Estefanía Muñoz Romero.

El autor en el lago Titicaca en la ciudad de Puno, Perú

Gran monográfico.

Pese a sus casi 8.000 años sirviendo como alimento de subsistencia entre los habitantes de los Andes no fue hasta épocas muy recientes cuando la patata, que hoy la tenemos y usamos como indispensable en cualquier cocina mundial, ocupó, no sin ciertas reticencias, el lugar que merece dentro de la cadena alimenticia. 

La patata llegó, en Europa, a pasar de ser un alimento para dar de comer a los cerdos a ocupar el cuarto puesto de los más consumidos, tras el trigo, el maíz y el arroz. Sin ella difícilmente se habría desarrollado la llamada Era Industrial porque el crecimiento poblacional y la alimentación de las clases proletarias dependía básicamente de las cosechas, que de forma cíclica se malograban como consecuencia de los cambios climáticos y las guerras, produciendo hambrunas entre los más desfavorecidos.

Gracias a las patatas, que llegaron a sembrarse de forma intensiva desde principios del siglo XIX como veremos, la gran masa de trabajadores que necesitaba la industria tuvo un alimento indispensable y casi inagotable, así, desde los mineros de Bélgica o los de las cuencas de Rhur, los obreros de las incipientes plantas de producción de maquinarias o incluso los trabajadores agrícolas desde Irlanda hasta Rusia, se les alimentaba con un tubérculo barato, de gran producción y casi exento de enfermedades o desastres climáticos. Gracias a ella, por exceso y decremento de producción, se gestaron los movimientos revolucionarios y también los separatistas como es el irlandés I.R.A. y que posteriormente imitó E.T.A. con otra base pero con la misma ideología guerrillera urbana.

Desde que los españoles la conocieron muchos fueron los que vieron sus grandes posibilidades como alimento salvador de la humanidad, aunque la mayoría de ellos clamaban en un mundo de sordos y ante una oligarquía que poco le importaba el padecimiento de las clases trabajadoras, siendo sólo aceptada en lugares puntuales donde el hambre hacía estragos, como fueron las islas Canarias, sureste español, Irlanda, parte de Alemania y posiblemente Galicia.

La historia está en parte supeditada a intereses nacionales y políticos, por eso no debemos creernos las informaciones interesadas de los supuestos profetas descubridores de la patata porque, como iremos viendo, su consumo se le debe a muchos, desde piratas a científicos, pasando por religiosos o médicos, hombres visionarios de los que poco se conoce. Sigue leyendo

Historia de la primera depuración del agua del mar, el pan y los presos

A mis hijos Celia Azcoytia y Nuño González, que me salvaron del naufragio, con amor

Que somos egocéntricos, que vemos el mundo desde el estrecho ángulo de nuestros ojos miopes es algo que nunca me cansaré de repetir, no solemos contextualizar los hechos pasados porque se nos hace difícil reconocer que a más que sabemos menos entendemos, incluso las cosas más simples nacen de otras tan complejas que pueden llevarnos hasta el génesis del todo, lo que me recuerda, de pasada, a una frase que me impactó hace ya muchos años del desaparecido astrónomo estadounidense Carl Sagan (1934 – 1996), que dijo: «Si quieres hacer una tarta de manzana partiendo de cero, primero tienes que crear el universo”, aunque algunos tengan la osadía de escribir sobre toda la historia de la gastronomía en no más de diez líneas.

Este año se cumplen doscientos de una noticia que para algunos pasará desapercibida, creo que a todos en general, aparecida en el periódico ‘Gaceta de Madrid’, página 591 de su hemeroteca del año 1818, donde cuenta la primera vez que se pensó en hacer depuradoras de agua, ese líquido indispensable para la vida y para la gastronomía de la que muchos ni hablan por no entender su importancia.

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Independencia_barcelona_siglo_XIX

A mi hija con todo mi amor

Leyendo un libro de mediados del siglo XIX, ver bibliografía, encontré una recopilación de los hechos más destacados ocurridos en Cataluña tras la sublevación e intento de segregación de esa parte de Europa, o dicho legalmente, la sedición de la región catalana del estado de España y que indefectiblemente siempre estará condenada al fracaso pese a la cerrazón de algunos que, como siempre, pescan en río revuelto jugando con las emociones más o menos catetas de los pueblos.

El problema de los habitantes en un cambio histórico tecnológico es el de la inadaptación de casi todos a la modernidad, pese a servirse de los adelantos de los que disfrutan, se aprovechan del progreso pero hay raíces, como una resaca marina tremenda, que los arrastra al pasado, a las costumbres sociales añejas y a los pensamientos más conservadores.

Como nuestro sitio es algo más congruente que las irresponsabilidades del presente de unos y de otros, de lo que me siento avergonzado por ser un europeísta convencido, voy a dedicar este trabajo de investigación a la alimentación, o la carencia de ella, en un momento histórico tan parecido al de hoy que hasta puede llegar un momento en el que no sabrá si escribo del pasado o del presente. Sigue leyendo